domingo, 6 de noviembre de 2011

Tiempo de rasgar, tiempo de coser

Hace un tiempo leí parte de este texto bíblico en un libro de Paulo Coelho. Hoy desperté pensando en él y entonces lo busqué y decidí ponerlo en esta nota. Como el texto dice existe un tiempo para todo lo que hacemos en nuestras vidas y en este momento de la mía creo que es mi tiempo de plantar nuevos sueños y proyectos, tiempo de sanar de heridas pasadas algunas infringidas por mí misma, tiempo de construir nuevas oportunidades, tiempo de abrazar a amigos y a los nuevos amigos que de seguro vendrán y también tiempo de amar la vida, mis experiencias, a las personas que me acompañan, a las que entraron y salieron de mi vida y sobretodo de amarme a mí misma. Mi tiempo de llorar debe llegar a su fin, creo ya morí, esparcí piedras, destruí y estuve de luto y aunque lo cíclico de la vida haga que vuelva a experimentarlo por ahora ese círculo ya se cerró.  Y  creo que es además tiempo de despedirse y finalmente decir adiós hasta que la vida haga que el tiempo de aclarar los malos entendidos llegue.

Espero querido lector que puedas tú también encontrar tu tiempo ideal y entonces comprender que las cosas suceden en el momento correcto. Esto no siempre es fácil y en ocasiones cuando estamos tristes o tenemos problemas escucharlo suena a un cliché pero creo que en ello radica parte de el ser sabio, en recordar que todo tiene un propósito y en confiar que la vida, el amor y Dios, energía divina, universo o como quieras llamarlo harán que las cosas sucedan en el tiempo perfecto. Como el texto dice de nada sirve afanarse.

Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;
un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir;
un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto;
un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse;
un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar;
un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz.
De nada sirve afanarse

(Eclesiastés 3)


No hay comentarios:

Publicar un comentario