viernes, 23 de septiembre de 2011

La Inteligencia Emocional

Persona 1
Qué divertida es esta broma. Debemos seguir  riéndonos pues la vida es solo una y hay que disfrutarla al máximo. Este medio no es un lugar serio, es un lugar irreal donde podemos decir muchas cosas que nunca deberían ser tomadas al pie de la letra. Los sentimentalismos,  la sensibilidad no tienen lugar aquí. Y si por último algo no te gusta, racionalízalo, piénsalo y verás que no tiene importancia. Riamos inclusive de nosotros mismos. Juntémonos con gente como nosotros y hagamos coro a la broma.

Persona 2
Qué divertida es esta broma. Riamos pero siempre y cuando sea divertido para las dos personas. Todos tienen un límite y si bien este espacio es irreal y para divertirse no olvidemos ser considerados con los demás.  La vida es una sola y hay que disfrutarla pero no a costa de los otros. A veces aún cuando lo piensas y racionalizas tus sentimientos son más fuertes y una broma divertida para alguien puede convertirse en algo triste para alguien más. Juntémonos con gente como nosotros y riamos unos con otros y no de otros.

Dos puntos de vista diferentes respecto a una misma situación. Dos personas que piensan que tienen la razón y que ven las cosas de manera distinta. Ninguna esta en lo cierto y ninguna está errada. El punto aquí es: ¿Qué pasa si estas dos personas se conocen y forjan una amistad y si por cosas de la vida se encuentran frente a una discusión que empezó con una broma y derivó en una serie de comentarios que bajo la máscara de un chiste dejan ver sus verdaderos sentimientos?

Pienso que a menudo nos encontramos con situaciones en las que dos puntos de vista parecen ser irreconciliables y es allí que considero entra en acción un término utilizado en los últimos años en empresas y programas de coaching: Inteligencia Emocional.

La Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer nuestros sentimientos y los de los demás  y la capacidad de manejarlos. En su libro : Emotional Intelligence, publicado en 1995 Goleman afirma que la inteligencia emocional se puede organizar en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones. Además Goleman destaca dentro de las cualidades de una persona que tiene inteligencia emocional las siguientes características: el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Goleman sostiene que si bien muchas de estas habilidades emocionales vienen en nuestro código genético mientras que otras son moldeadas durante nuestra niñez, se ha probado a través de muchas investigaciones  que estas habilidades pueden aprenderse y perfeccionarse  a lo largo de la vida. Según Goleman toda emoción es el impulso que nos moviliza a la acción. Respecto a esto se dice que cada uno de nosotros viene equipado con unos programas de reacción automática o una serie de predisposiciones biológicas a la acción sin embargo nuestras experiencias de vida van moldeando estos programas y nuestra reacción a los diferentes eventos de la vida va cambiando de acuerdo a esto.

Muchas personas altamente racionales tienden a desestimar los sentimientos y las emociones y se enorgullecen al pensar que su racionalidad prima sobre estas. Sin embargo son muchos los asuntos emocionales que siguen regidos por el sistema límbico y nuestro cerebro toma decisiones constantemente sin preguntarle a las zonas analíticas y lóbulos frontales de nuestro cerebro. Entonces nuestros sentimientos y emociones son parte importante de nuestra vida diaria y ninguna de las dos inteligencias; la racional y la emocional debería ser considerada inferior a la otra.

Si retomamos la situación que inicia esta nota veremos que ninguna de las dos personas está ejerciendo su inteligencia emocional a cabalidad. La persona número uno desestima los sentimientos de la persona número dos y es incapaz de mostrar empatía con ella al insistir en la broma y continuar haciendo  burla de esta.
Por otro lado la persona número dos tampoco muestra la suficiente inteligencia emocional como para darse cuenta que el mal rato es parte de una broma que tal vez surgió sin mala intención y muy probablemente reaccione de forma abrupta y quizás radical.

Pienso que un punto medio en donde ambos logren ponerse de acuerdo podría ser la solución a este problema pero para que esto sea posible debe existir el deseo en ambas personas de hacerlo. Y es ahí en mi opinión donde surge el mayor reto y en donde el cariño juega un papel importante. Si este cariño es lo suficientemente fuerte ambas personas decidirán finalmente “negociar”  una relación en donde la persona uno acepte y recuerde que si bien las bromas hacen la vida más divertida no podemos esperar que todas las personas reaccionen de la misma forma a estas. Esta persona también recordará que las personas son diferentes entre sí y que lo que es gracioso para alguien no lo es para alguien más. Por otro lado la persona dos decidirá ser más flexible y aprenderá a tomar más a la ligera las bromas de los demás siendo capaz de reconocer que estas no siempre se hacen con mala intención. Esta persona aprenderá además a controlar mejor sus emociones y a sopesar sus reacciones sabiendo que todas tienen consecuencias.

Creo finalmente que las relaciones con todas las personas enriquecen nuestras vidas y la hacen memorable como comentaba ayer una amiga. Las lágrimas, sonrisas, palabras de aliento, llamadas de atención, momentos de complicidad, momentos de enojo, etc que todas las personas que nos rodean nos regalan cada día van forjando poco a poco quienes somos. Entonces reconoceremos que y aún cuando alguien en algún momento nos haya hecho llorar por un mal rato que nos dio, esta persona nos ayudó a ser mejores personas siempre y cuando seamos capaces de aprender de esta situación. Celebremos el estar rodeados de diferente tipo de personas y no olvidemos recordar siempre estas diferencias,  así no esperaremos que reaccionen y piensen como nosotros y finalmente ejerzamos la suficiente inteligencia emocional  como para mostrar empatía con ellas y así hacer nuestras vidas cada día más bellas.

2 comentarios:

  1. Yo soy ecléctico... aunque... me lo tomo a la broma!!!!!

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  2. Yo soy....jajajajaja! Gracias por comentar y leer el blog querido Edwar! Un abrazo :)

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