sábado, 13 de agosto de 2011

Mientras dormía

Despertó sonriente y pensando en su sueño. Lo había visto en él y si bien esta no era la primera vez que así sucedía este sueño fue diferente.  Lo vio en su casa, que no era en la que en la realidad vivía, y para ser más exactos en su habitación a la cual lo invitó. Se vio a ella misma sin maquillaje, vistiendo un pijama cómodo y no el sexy babydoll que veía en otros sueños. Él llegaba cansado y se recostaba en la cama en donde ella lo recibía sin rastros de deseo o pasión sino más bien con cariño, aquel que le prodigamos a un niño. Ella acariciaba sus cabellos mientras él le contaba sobre su viaje y cuando esto sucedía  ella se maravillaba al oír su voz. Una voz que a pesar de haberse encontrado con él en otros sueños, no había escuchado por muchos años.
Lo dejaba durmiendo cómodo y confiado con el sueño de quien se sabe amado y protegido y se apresuraba a vestirse preguntándose como la habría visto él esta vez. Sin ornamentos, sin poses y sin pretender ser más o menos inteligente de lo que en realidad era. Con el cabello despeinado y espontánea. Dejando de lado su afán de interesarlo o intrigarlo. Siendo ella en esencia. 
Ya en la realidad y mientras se duchaba ella recordó su sueño y la sensación de amor y ternura que había experimentado y se preguntó a si misma si lo que sentía por él había cambiado dejando de lado la pasión y convirtiéndose en un amor más tierno, como el que sentimos por un amigo verdadero o por un hermano.

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