miércoles, 27 de julio de 2011

Sangre antes que lodo!

Desde que vi la luz mi pecho anida dos amores; mi patria y mi bandera.

Por mi patria el Perú yo doy la vida,
por mi bandera, el alma, el alma entera

Yo quiero que mi patria bien querida vuelva a ser en América lo que era.
Y que mi enseña blanca y encendida
flote muy alto y sea la primera.

Mi patria, mi bandera.
Mi patria y mi bandera,
desde niño fueron mis encantos, fueron mis delirios.

Ni la sangre que deja horrible huella, 
ni el lodo que es baldón caiga sobre ella.

Hay que evitar la afrenta sobre todo,
hay que evitar la afrenta sobre todo.
Lodo, lodo eso nunca.
Lodo, lodo eso nunca.
Lodo, lodo eso nunca.
Sangre antes que lodo!

Recuerdo de niña cantar esta canción en la formación del colegio nacional Mercedes Indacochea de Tacna donde estudié cuarto y quinto grado de primaria. Nos poníamos en fila muy formales en primavera o invierno y a la voz del profesor que dirigía la formación todos los niños cantábamos esta canción con total pasión.  

Otro recuerdo claro de expresión patriótica que tengo muy vívido es acompañar a mi padre  a la Plaza de Armas de Tacna o Arequipa  y  ver el desfile militar cada domingo. Recuerdo mi asombro al ver a los soldados  y personas de diferentes instituciones marchar muy marciales y taparme asustada los oídos mientras me escondía detrás de mi padre cuando los soldados hacía el saludo militar reventado balas de salva. Luego de varios domingos, yo ya sabía el momento preciso en que la persona encargada iba a dar la orden de “fuego” y así me preparaba para el estruendo disminuyendo  en algo mi temor. Pasado este momento disfrutaba del desfile y cantaba orgullosa el himno de mi país sintiendo que lo amaba y que siempre lo defendería.

Supongo que estas experiencias, el hecho de que mi padre  amara a su país con devoción y así me lo enseñara forjaron en mí un gran amor por mi Perú.  

Como muchas veces se ha comentado, el amor  por nuestro país no se demuestra yendo a la guerra necesariamente o marchando solemne en un desfile militar. Se demuestra en las cosas cotidianas que podemos hacer como no ensuciar nuestra ciudad, ser responsables al momento de votar en las elecciones, comprándole al Perú como dice el slogan, tratando bien a los turistas y entonces siendo embajadores de nuestra país, no discriminando a nuestros compatriotas entre otras cosas.  Pero sobretodo pienso que se demuestra creyendo que el Perú es un país con la capacidad de vencer sus problemas y surgir como un país desarrollado y entonces actuar acorde con este pensamiento.

Si bien los políticos y el Presidente de la Nación dirigen de alguna manera nuestro país, ellos no están necesariamente presentes cuando no falseamos información al momento de pagar nuestros impuestos, cuando respetamos las señales de tránsito, cuando no pintamos con grafitti en las paredes de nuestra ciudad, cuando no les cobramos de más a los turistas. En ese momento estamos únicamente nosotros y nuestra consciencia. Recordemos entonces que de cada uno de nosotros los peruanos depende en gran parte que nuestro país salga adelante y que el gritar orgullosos ¡Te amo Perú! o ¡Arriba Perú! no debería ser únicamente una expresión que se utiliza cuando nuestros deportistas ganan un campeonato de futbol o voleibol. Estas frases deberían estar siempre presentes en nuestra consciencia y así dirigir nuestros actos para con nuestro país

Celebremos orgullosos el día de nuestra patria, cantemos y brindemos contentos porque nacimos en una tierra generosa y bella que nos regala todo cuanto tiene a manos llenas. Renovemos nuestro compromiso con ella prometiéndole hacerla grande desde nuestra oficina, salón de clase, hogar, taxi, mercado, empresa o cualquier lugar de esta.

Feliz día Perú!

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